Simposio de la Liberación del Sinaí: una epopeya nacional y un heroísmo popular
Bajo el patrocinio de Su Excelencia el Ministro, el Prof. Dr. Mansour Hassan, Rector de la Universidad, el Prof. Dr. Abul Hassan Abdel Mawgoud, Vicepresidente de la Universidad para Asuntos de Servicio Comunitario y Desarrollo Ambiental, y la atención de la Prof. Dra. Mervat Refaat, Decana de la Facultad de Tecnología y Educación, la Prof. Dra. Najah Al-Rayes, Decana de la Facultad de Política y Economía, el Prof. Dr. Ahmed Al-Sayed Mohamed, Vicedecano de la Facultad de Tecnología y Educación para Asuntos de Servicio Comunitario y Desarrollo Ambiental, el Prof. Dr. Mohamed Ali Abu Aqrab, Vicedecano de la Facultad de Política y Economía para Asuntos de Servicio Comunitario y Desarrollo Ambiental, y en presencia del Prof. Dr. Ahmed Ibrahim, Vicedecano de la Facultad de Tecnología y Educación para Estudios de Posgrado e Investigación.
Hoy, domingo 27/04/2025, la Facultad de Tecnología y Educación, en cooperación con la Facultad de Política y Economía, organizó un simposio cultural. Titulado: La Liberación del Sinaí... Una Epopeya Nacional y un Heroísmo Popular. El simposio se celebró en la Facultad de Tecnología y Educación. El Prof. Dr. Abdel Rahman Abdel Aal, Profesor Adjunto de Ciencias Políticas de la Facultad de Política y Economía de la Universidad Beni Suef, impartió una conferencia.
Al inicio, Su Excelencia explicó que el 25 de abril de cada año, los egipcios conmemoran con orgullo y honor el aniversario de la liberación de la tierra pura del Sinaí, regada con la sangre de los mártires, irrigada con la paciencia de los héroes y restaurada con una determinación inquebrantable. Es un recuerdo único, una epopeya nacional inmortal, en la que el pueblo egipcio encarna los más altos significados del sacrificio, la pertenencia y la paciencia en el largo camino hacia la victoria.
Durante la transición de la derrota a la gloria, el camino hacia la liberación comenzó tras el revés de 1967, cuando Israel ocupó la península del Sinaí. Egipto, con su sabio liderazgo político, su ejército y su pueblo, comenzó a trabajar incansablemente para restaurar la dignidad. El camino no fue fácil, pero estuvo lleno de fuerza de voluntad y fe. Egipto libró la Guerra de Desgaste, y el momento decisivo llegó el 6 de octubre de 1973, cuando nuestras valientes fuerzas armadas se embarcaron en la mayor epopeya militar árabe, logrando la victoria y cruzando la Línea de Bar Lev, dando el mejor ejemplo de coraje y valentía.
Por su parte, el profesor Abdel Rahman explicó que la liberación del Sinaí no se logró únicamente con las armas, sino que Egipto continuó su camino hacia la recuperación de cada centímetro de su territorio mediante la diplomacia y la política, hasta el 25 de abril de 1982, cuando la bandera egipcia se izó sobre Taba y todo el Sinaí, marcando la liberación de todo el territorio, con la excepción de Taba, que fue devuelta gracias a la voluntad legal en 1989.
Cabe destacar que la liberación del Sinaí no fue el final del camino, sino un nuevo comienzo para su desarrollo y su verdadera integración en la nación. Esta tierra, cuyas arenas llevan la huella de los profetas y de nuestros soldados mártires, merece ser protegida, construida y transformada en un oasis de esperanza y una fuente de fortaleza.
Por ello, no se puede hablar de la liberación del Sinaí sin mencionar el heroísmo de los militares egipcios, quienes se enfrentaron a lo imposible y, con sus cuerpos, escribieron epopeyas que aún hoy se cuentan con orgullo. Desde cruzar el canal hasta volar el terraplén, capturar a soldados israelíes e izar la bandera, cada momento representó una lección de patriotismo y sacrificio.
Hoy, ante cada nuevo desafío, invocamos el espíritu del Sinaí y nos inspiramos en la paciencia y la tenacidad de sus héroes. La batalla ya no se limita a las fronteras; se ha convertido en una batalla por el desarrollo, la construcción y la protección de la patria desde dentro y desde fuera. El recuerdo de la liberación del Sinaí sigue siendo el combustible que nos motiva a continuar nuestro camino, protegiendo y construyendo la patria con la ayuda de sus leales hijos.